lunes, 26 de marzo de 2007

Capitulo VII
(Exclusivo versión Blog)
Todo se revela

La consistencia del aire se tornó cremosa, y la fuerza de gravedad pareció multiplicarse mientras las chicas esperaban que la Nona terminara la frase. Era tal el nivel de expectación, que cuando Ida por fin habló, todas sintieron un curioso desazón, un inexplicable gusto a poco.

- Quién permitió entrar al chico, fue Milagros-. Sentenció la anciana.

Por momentos, pareció que el Silencio se hubiera declarado Emperador, y tiranizado con sus mudas huestes todo el departamento. Pero su reinado fue efímero. Pasados los primeros segundos de estupor, las cinco chicas comenzaron a comentar alteradas.

- Ja, ja. Mirá vos. Y tanto que se hacía la buenita -. Se burlaba una.

- Lo supe desde el principio -. Se jactaba otra.

- ¡Milagros! ¿Cómo pudiste? – Le recriminaba una madre.

La acusada, los ojos abiertos, tan redondos como su barriga, se mantenía muda. La Nona dejó que las chicas se desahogaran un poco, y aclarándose la garganta, acusó que iba a seguir hablando. Las chicas, respetuosas, culminaron con sus comentarios.

- No he terminado-. Continuó-. La que dejó ingresar al muchacho fue Milagros. Y también tú Laura; y tú Gisela; y tú Vea -. Sonrió cada vez que su dedo índice apuntaba a la aludida. – Igualmente tú, Mercedes.

- Pero… ¿Cómo? – Las cinco voces de las chicas fueron una.

Ida se acomodó en su silla y se dispuso a relatarles a todas lo ocurrido la noche anterior.

- La sucesión de entradas de los chicos se dio en forma concatenada y ordenada, y ni ellos ni ustedes, se percataron a su tiempo, que otras personas habían entrado durante la noche. Salvo en el caso de dos de ustedes, que estuvieron con sus chicos al mismo tiempo- . La Nona paladeó su razonamiento antes de proseguir.

- Era lógico que en sus respectivas declaraciones destacaban puntos que eran verdaderos, y otros que no tanto. Solo era cuestión de discriminar la fantasía de lo real. Asimismo las pistas encontradas eran demasiado disímiles, por lo que hablaban de la entrada de más de un joven. Una vez determinados dichos puntos, solo me restó buscar las motivaciones, formular las hipótesis y dejar que de a poco, los hechos mismos se fueran adaptando a las mismas – Explicó. Las cinco la seguían azoradas.

- El primero en entrar fue José. El vino temprano, acudiendo salvador al llamado de su mujer. Laurita había olvidado o perdido el chupete de Federica, y seguramente le pidió a su marido que le comprara uno durante la tarde, antes de que se hiciera de noche. ¿Me equivoco?- Interrogó a la aludida.

- No, no…No se equivoca, Nona. Me había olvidado el chupete y a eso de las siete de la tarde, previendo una noche complicada, le pedí a José que comprara uno…

- Aja. – Retomó la anciana -. Y José, fiel a su costumbre de complicarse, se fue a comprarlo al pueblo más cercano, lo que le llevó su tiempo, razón por la cual vino a traerlo bien entrada la noche. Del mismo modo, el buen chico se vio obligado a pagar un precio exorbitante por el objeto, que acá arriba, es un bien bastante exuberante. La cajita con el importe aún adosado, dormía en el tachito de basura. Tú recibiste a José en silencio por la puerta de entrada, y no quisiste decir nada para que el resto de las chicas no pensaran mal. Unas de las grandes huellas que encontraron allí en la mañana, pertenecían a tu marido, Laura. Una vez que José te dio el chupete, y con la criatura durmiendo, aprovecharon para fumar un cigarrillo y charlar un rato.

- Así es Nona...- Suspiró Laura y quiso intentar una excusa, pero la anciana siguió su relato.

- El próximo en llegar fue Nicolás. A él también lo llamó su mujer. Es verdad que Milagros tiene un sueño ligero, pero no tanto como ella dice, ya que ni se enteró de que Laura se había levantado. En un intento por cubrirse, y astutamente, valiéndose de las evidencias que habían encontrado al día siguiente, inventó el cuento de que había escuchado voces de hombres y hasta agregó que oyó el sonido de una botella de champagne al abrirse. Fue ahí cuando supe que mentía. La botella de champagne estaba abierta y vacía, pero el corcho no se veía por ningún lado. Esto es así, por que cuando la trajeron ya estaba abierta, de modo que nadie aquí pudo escuchar como se descorchaba. Del mismo modo, hijita, tú misma, al mismo tiempo que tus amigas, inventariaron los despojos e indicios que aparecieron al amanecer, y si bien hablaron de botellas vacías, jamás se descubrió el corcho. Pero ya llegaré a ese punto.

Milagros asentía tímidamente y las chicas no respiraban para no perder una sola palabra. Ida hablaba placidamente, disfrutando como una niña las caritas desorientadas que seguían sus explicaciones concienzudamente.

- Decía que fue Milagros quién invitó a Nicolás. El chico debe ser un primor, por que su mujer lo llamó tarde, exigiéndole el cumplimiento de un extravagante antojo. Milagros necesitaba comer frutas, sobre todo naranjas. Es un hecho comprobado que las naranjas son un excelente paliativo natural para la nicotina, un excelente suplente para el cigarrillo, y la chica, que no fuma solo por estar en cinta, molesta por el frío y bastante nerviosa por dormir sin su marido, necesitaba algo para calmar la inquietud. Y requirió, enviando un mensaje desde esos útiles aparatitos que ustedes tienen, que le trajeran frutas. Y el devoto marido obedeció. Tuvo que tomar prestadas las frutas de su tío, lo que ustedes habrán notado, ya que en ningún lado se veía la bolsa en la que se habían transportado los frutos, lo que nos lleva a pensar que quién los trajo usó un recipiente no descartable, que tenía que ser devuelto a su lugar. Milagros, febril, angustiada, preocupada por que nadie se fuera a levantar y la atrapara en flagrante delito, comió las frutas, sobre todo las naranjas, rápidamente, bestialmente, dejando así, todo desparramado y desordenado. Sin dudas, Milagros pensaba ordenar todo antes de volver a la cama, pero cuando escuchó el quejido de Federica, por miedo a ser descubierta, prefirió dejar todo como estaba y despachar rápidamente a su marido, que hasta el momento, la miraba comer mientras fumaba. Lo sacó rauda por la entrada y esa fue la primera vez que Laura sintió que la puerta se cerraba. Nicolás es bajito y de pies pequeños, por lo que sus huellas, mezcladas con las de ustedes mismas, pasaron desapercibidas.

- Tal cual Nona. Pero, me tienen que entender. No las chicas, pero si Laura, ella sabe lo difícil que es estar embarazada y sin fumar, es un estado tal de angustia que uno….

- Te comprendemos, querida, seguro-. La tranquilizó la señora. Tomó un sorbito de te de boldo y prosiguió.

- Pasó bastante tiempo antes de que llegara el tercer chico. Era ya tarde, aproximadamente las cinco menos cuarto de la mañana, cuando entró Luis. A él no lo llamó Vea, sino que, al contrario, avisó por celular que venía. También entró por la puerta, pero muy sigilosamente, sabiendo que en caso contrario Vea lo mataría. Es más, para que le permitieran entrar, tuvo que mandar varios mensajes a su novia, los que también fueron oídos difusamente, entre sueños, por Laura. ¿Qué quería el joven? Eso es lo más simple. Me enteré que por ley, las boites de Mendoza cierran temprano y las barras adonde se expiden los tragos dejan de funcionar aún antes. Luis quería seguir su noche, y venía en busca de algo para tomar. Claro, conociéndolas a todas ustedes desde hace tanto tiempo, el chico sabía que seguramente estaban perfectamente aprovisionadas y no quiso dejar pasar la oportunidad. Entró, y dio cuenta de todo el fernet que quedaba en la botella. Vea sin dudas lo quiere mucho, y quiso engañarme diciendo que fueron ustedes quienes se tomaron todo el fernet. Pero lamentablemente fue la única que afirmó tal hecho, lo que me hizo deducir que no decía la verdad. Hasta me atrevería a aventurar que fue el alegre chico quién cambió el compac disk del reproductor, en un ingenuo intento por volver a su anterior entorno de jarana, pero jamás logró escuchar a su grupo, por que su perenne novia se lo prohibió rotundamente.

Vea dejó que una mirada de infinito reproche se fugara por la ventana, para llegar, certera como un misil teledirigido, a la nuca de su novio, quién se estremeció violentamente, pese a que estaba en otro edificio, jugando a las cartas con sus amigos. La Nona seguía su explicación.

- Luis no se habrá quedado en el departamento más de un cuarto de hora, apremiado a irse tanto por la inquietud de Vea como por la inminencia del encuentro con el resto de sus amigos, que seguramente vagaban por ahí con intenciones similares a la suya. Cuando salió, prácticamente expulsado por su novia, dejó huellas que, como las de Nicolás, se mezclaban con las de ustedes. En su afán por despachar a su juerguista novio lo antes posible, Vea, no prendió ninguna luz, por lo que no alcanzó a notar ni el cenicero lleno, ni las frutas tiradas, ya que en caso de haberlas visto, no hubiera podido con su genio y hubiera limpiado todo. Cuando Luis se fue, Vea volvió a acostarse y se durmió como un lirón.

Las chicas no pudieron evitar reírse, dejando escapar un poco de la tensión acumulada. Ida, quién también rió cómplice, pasó a la última etapa de su relato.

- La picarona de Gisela ya había convenido con su chico la juntada. Ella fue sincera cuando me dijo que no había oído nada durante la noche, pero mintió en lo que refería a su sueño liviano. Reposó en calma y sin percatarse de nada, habiendo dejado preparada una alarma ligera que la levantara a la hora convenida. Alertada por el suave vibrar del reloj, bastante tarde por cierto, se incorporó y esperó frente a la puerta la llegada de su joven amigo. El catalán no tardó en arribar. Traía con él una botella de champagne a medio tomar, y Gisela lo dejó entrar encantada. Fueron sus enormes huellas las que más destacaron esta mañana, del mismo modo que fue en aquella ocasión cuando Laura oyó la segunda puerta al cerrarse. Pero en este momento, ya casi al alba, mientras los dos jóvenes bebían el champagne y charlaban, se presentó un inconveniente. Alguien golpeaba furtivo la ventana. Los chicos se acercaron tímidamente, para descubrir que el intruso no era otro que Miguel, el amigo deportista de Mercedes.

Cuando la Nona dijo la palabra “amigo”, cuatro de las chicas rieron a unísono, mientras que Mercedes adquiría el color de una supernova. La Nona se sumó a las burlas a su manera, dejando que sus profundísimos ojos reprocharan dulcemente a la joven, y luego siguió hablando.

- Miguel entró escalando como una cabra por la ventana, sin darse cuenta que sus botas embarraban todo el suelo. Mientras dejaba que los dos muchachos se conocieran, Gisela fue a despertar a Mercedes. Miguel venía a invitar a su amiga a que lo acompañara en una travesía matinal por las laderas no pisadas de la montaña, convite este que una Mercedes aún dormida desdeño por completo. Pero quién no desdeño el champagne y la compañía fue Miguel, por lo que los cuatro se quedaron largo rato charlando y tomando. Los chicos salieron por la ventana acuciados por los primeros rayos de sol. Antes de dormir, las dos chicas se entendieron, y para cubrirse mutuamente, optaron por llevar todos los indicios a Luis, que sabían era un chico bien conocido por el grupo, razón por la que, de ser indicado como el culpable de la intrusión, se llevaría el menor de los retos. El novio de Vea también se presentaba como el sospechoso por excelencia, eso debo decirlo. Pero al fraguar su plan a tanta velocidad, Gisela y Mercedes olvidaron algunos detalles, que las pusieron en evidencia. Gisela, en su idilio y distraída, puede haber pasado por alto las frutas desperdigadas, pero Mercedes tiene que haberlas notado, aunque no hizo demasiada alusión a las mismas ni las utilizó para urdir su coartada, temiendo, con toda lógica y teniendo en consideración que desconocía las intrusiones anteriores, que las hubiera consumido el excéntrico catalán y su cómplice antes de que la fueran a despertar a ella.

Cuando Ida comenzó a descubrir los indicios que las habían llevado al fracaso, Gisela dejó escapar una sonrisa, al tiempo que Mercedes aguzó el oído al máximo, interesadísima en conocer sus falencias. Por eso, la Nona la dirigió su mirada principalmente a ella cuando habló.

- En primer lugar, estaba el tema de las huellas bajo la ventana y las cortinas corridas. Todas menos Mercedes coincidieron en que habían cerrado las cortinas antes de dormir. Del mismo modo, confortablemente cobijadas por la calidez del departamento, ninguna atinó a mirar hacia fuera, donde aún en la mañana, quedaban las huellas de los jóvenes intrusos. La manía del orden que compartimos con Vea, también me ayudó un poco. Tal vez por recibir la invitación todavía dormida, Mercedes arrugó y tiró al suelo el ticket habilitante para formar parte de la travesía a la que la invitaba Miguel, para que esta mañana lo encontrara Vea y cándidamente lo desechara. Era lógico que, no siendo ninguna de ustedes muy adepta a esas caminatas por la montaña, y de acuerdo a los perfiles de los chicos que me facilitaron, era este muchacho Miguel, quién aparecía como más idóneo portador de ese ticket. El mismo proceso de descarte, me indicaba que quién había traído el champagne era este muchacho español.

De modo que, hijitas, todas son culpables y así, no puede quedar rencor alguno. Y ahora, preparen una mullida camita para la Nona, que se ha hecho tarde y mañana me vuelvo temprano a la Ciudad.

Las chicas abrazaron a la Nona y se apresuraron a improvisarle, en medio del living-comedor, un cómodo lecho para que durmiera a gusto. Cuando hubieron terminado, se acomodaron las seis como sardinas en el espacio que quedaba libre, para parlotear y contar entre risas las sospechas y las coartadas de cada una. Otra vez, y en esta oportunidad en honor a la Nona, convinieron que nada de salidas ni de chicos. Todas disfrutaban mucho de la charla y cuando Ida declaró que ya era hora de lavarse los dientes y acostarse, obedecieron a regañadientes.

Había pasado más de media hora desde que todas se acostaron y se apagaron las luces. El invierno arrullaba y las chicas comenzaban a dejarse caer en el dulce sopor de Morfeo. Súbitamente, abriéndose paso clandestinamente entre los laberintos de mutismo, llegó a las habitaciones el sonido sutil de una puerta al abrirse, y el susurro de una garganta grave, el murmullo apagado de una voz masculina. Después, un ligero chinchinear de vidrios.

-¿La Nona? – Pensaron todas entre sueños. – Neeee. Imposible…




Premiación y menciones al dorso.-

9 comentarios:

Extramuros dijo...

Después de un análisis exhaustivo de los cientos de respuestas enviadas, La Honorable Comisión de Notables, dictaminó lo siguiente, que se transcribe a continuación en forma literal:

“Ha sido una cuestión de la mayor complejidad para esta Comisión la tarea de decidir quién, entre todos lo trabajos, muchos de ellos de excelso nivel literario y todos sumamente generosos en la entrega de creatividad y lucidez, se encumbra como el vencedor. De entre la infinidad de respuestas, tres descollaron por su agudeza y brillantes.

En primer lugar, y coronándose como ganador, luego de arduos debates, situamos el fantástico trabajo de Merce. Esta presentación, fue escogida en primer término por la cantidad de aciertos, a saber: a - cuatro de las cinco culpables; b - el hecho de que fue Luis quién bebió el “elixir de los jóvenes”; c- el fabuloso acierto de que también fue Luis quién cambio el Disco Compacto del reproductor; d – la denuncia de Miguel ingresando por la ventana; e – la mención de Miguel y su ticket; e – la indicación del papel de José con el chupete; y f – la asociación de Milagros con los cigarrillos.
También hemos decidido entregar el galardón a Merce, por la pulcritud de su relato, la forma de abordar el tema, y su meticulosa descripción de los hechos, profundizando aún más que el propio autor en el psiquis de los personajes. Sinceramente, es una justa ganadora, ya que su presentación es un derroche de inteligencia y creatividad que ha dejado pintada una sonrisa de orgullo en las caras de todos los que integramos esta agradecida Comisión.

En segundo término, nos es indispensable traer a conocimiento de nuestro distinguidísimo público el trabajo de Guer. Demostrando un sentido común elevadísimo, este participante tuvo casi tantos aciertos como la ganadora, siendo de esta manera una verdadera obligación para esta Comisión darle un tan sincero como justo reconocimiento y felicitación, al mismo tiempo que un caluroso agradecimiento por haber enviado un trabajo de tal sagacidad y plagado de ironías que hipnotizan.

Por último, esta Comisión quiere hacer una mención especial a la respuesta de María, la que, aunque no fue tan certera como algunas otras en lo que hace a los indicios, destacó sobre todas las cosas por su creatividad. Este trabajo nos presenta una genial trama de connivencias, alianzas y rupturas, profundizando con maestría y desnudando de modo único el sabroso interior de la mente humana, de sus pasiones, sus ardides, sus virtudes y defectos; y en fin, todo aquello que algunos llaman al miseria del hombre y otros, dentro de los que esta Comisión se incluye, entienden como la esencia y gloria del ser humano.

Esto es lo que en rigor nos toca expresar y para lo que fuimos llamados, pero aprovechamos la oportunidad para agradecer de todo corazón a todos los que enviaron sus respuestas, y también a los cientos de miles lectores que, sin haber arriesgado una hipótesis, tuvieron la cortesía de leer la sucesión de capítulos de “Quién metió al tipo” y adornar y colorear el Blog con sus tan necesarios como geniales comentarios. Gracias y felicitaciones”

Saluda a Vds. con distinguida consideración, Honorable Comisión de Notables.-

.:María Laura:. dijo...

EXCELENTE ULTIMO CAPITULO!!!!
QUEDE PASMADA!
Gracias Luis por mantenernos en vilo todas estas semanas y a la vez permitirnos disfrutar esos textos. Otra que Poirot!!! Joder!
Y solo un par de cositas más:
1. hoy mas temprano le dije a Mer (por mail) que la veía ganadora... (conociéndola como la conozco, estoy segura que desde la primera entrega de "quien metio al tipo", ella ha estado fiel a su mentalidad Billineana, atenta a todo, quizá hasta montó un laboratorio al estilo SCI!). FELICITACIONES PRIMUCHA!
2. también estaba segura que Guer descubriría mucho (o todo, también lo veía ganador), pues me consta su lucidez y rapidez mental. En este caso... creo que lo fue leyendo a medida que salía, y en fin... llegó el 6/7 y listo: se mandó. Nunca anda con demasiados rodeos, y generalmente atina. Felicitaciones también.

Y finalmente, GRACIAS! MUCHAS GRACIAS POR LA MENCION!!! Les avisé que era muy torpe o distraída para este tipo de cosas y literatura.... Creo que leí completa la colección de Ña Agatha y JAMAS logré dar o descubrir, no ya un misterio... sino aunque sea una pista!!!
Así que, de verdad, MUY AGRADECIDA.
Besotes y felicitaciones a Luis, el gran maestro de los misterios.
Maria

(de las otras chicas del club que conozco... no hago comentarios porque realmente no sé cómo les fue; pero besos a todas también)

Merce dijo...

Excelenteeeeeeeeeeeeeeee... me encanto jejeje. Millones de gracias por resultar ganadora y... espero ansiosa el premio!
Otra cosa: vamos a poder conocer las respuestas? Yo quiero leer las respuestas que se enviaron!!!
Besos

Anónimo dijo...

Que pongan las respuestas ganadoras!

Anónimo dijo...

PUBLICAR LOS TRABAJOS!!! PUBLICAR LOS TRABAJOS!!! PUBLICAR LOS TRABAJOS!!!
Y UNA FOTO DE LA NONA IDA!!!
OTRA DEL CHICO DE LA NONA IDA!!!
Y OTRA DE GUER!!!

Anónimo dijo...

A pedido de los cientos de miles de lectores, del anónimo y del lector cientounmil, esta misma semana se iran publicando los trabajos ganadores...

Anónimo dijo...

Debo reconoce que compartir el podio con dos mujeres y no ser yo el que tiene la medalla de oro sobre su pecho, es algo que me cuesta digerir. Viéndolo desde otro punto de vista, y con ánimo de interpretar con más optimismo mi derrota (soy el 1ro de los perdedores), se podría interpretar cual jamón del medio de un sabroso sanguchito entre dos tentadores panecillos. Nada mal! ¿Quién quiere untarnos con un poco de mantequilla?
Gracias: por las condecoraciones; gracias por los cumplidos; gracias por los halagos del autor de tan magnifica obra, la cual nos mantuvo entretenidos y en suspenso; gracias ¿por los pedidos de fotos? Nunca pensé que mi iconografía fuera requerida en esta instancia de mi vida (veré si encuentro alguna en que no se me vea la panza); Gracias a esta comunidad que me albergó como si fuera un de ellos; Gracias a la muchacha de la foto del barco, por las felicitaciones y todas aquellas cosas que dijo acerca de mi persona, eso si que me sorprendió.
Gracias, gracias, gracias, y a esperar las siguientes publicaciones.

Anónimo dijo...

En definitiva, lo que quiso deir el autor es que en este grupo son todas unas mujerzuelas, y ahora parece que hasta la "Nona Ida" tiene acompañante.

Gise dijo...

Eh! q agresión, por lo menos da la cara si nos queres insultar. Y no te confundas nada de mujerzuelas, solo somos chicas extremadamente simpaticas, divertidas, amantes de la buena vida............................y del Fernet.